lunes, 8 de abril de 2013

Alegría en el trabajo para mejorar la seguridad de los pacientes

Encontrar sentido y disfrutar con el trabajo, metas esenciales para mejorar la seguridad de los pacientes

La National Patient Safety Foundation de USA acaba de  hacer público un informe de título muy expresivo: "Through the eyes of the workforce: creating joy, meaning and safer health care", algo así como: A través de los ojos de los trabajadores: propiciando disfrute, sentido y seguridad a la asistencia sanitaria. El informe parte de una hipótesis bastante sensata: la seguridad en el lugar de trabajo está íntimamente unida a la seguridad de los pacientes, salvo que a los profesionales sanitarios se les propicie la protección, el respeto y el apoyo que necesitan, estarán en condiciones de cometer más errores, marrarán en el seguimiento de prácticas seguras y no trabajarán en equipo, algo esencial para una atención de calidad y  segura. En este sentido, la seguridad del personal sanitario se plantea como una "pre-condición básica", una "conditio sine qua non" para poder garantizar la seguridad de los pacientes. Y los datos que aportan, no señalan, precisamente, una situación ejemplar:

En cuanto a la seguridad o daños físicos:
  • La probabilidad de lesiones o daños laborales es mucho más frecuente en el medio sanitario que en otros sectores. Según datos de la OSHA, la tasa de accidentes y enfermedades laborales es el 7% entre los trabajadores hospitalarios, el 5% en el conjunto del sector sanitario y solo llega al 4 % en la construcción o al 3,8% en cualquier industria. Principalmente se padecen lesiones musculo-esqueléticas, pinchazos con agujas, exposición a productos químicos o episodios de violencia.
  • La pérdida de días de trabajo por enfermedades o accidentes laborales es más alto entre los sanitarios que en industrias como la minería, la fabricación o la construcción.
  • Los profesionales sanitarios (en USA) tienen hasta 5-6 veces más probabilidades de ser asaltados que un taxista de un área urbana. (en España, el observatorio de agresiones de la OMC ha registrado 1.363 agresiones a médicos en los últimos tres años).
  • El 76 % de las enfermeras americanas afirma en un estudio nacional que la calidad de la asistencia que están prestando está comprometida debido a defectos en las condiciones de seguridad de su trabajo .
En lo referente a los daños o agresiones psicológicas, parecen todavía más comunes y consisten principalmente en:
  • Sentimiento de falta de respeto o trato irrespetuoso: lo sienten el 95% de las enfermeras y el 100% de los estudiantes de medicina, por ejemplo.
  • Falta de apoyo.
  • Poca consideración por parte de los demás.
  • No encontrar valor añadido al trabajo.
  • Presión asistencial.
Todo esto se traduce en una pérdida de motivación y de interés por el trabajo, problemas de "burnout", bajas laborales, menos atención a los procesos de trabajo, desintegración del espíritu de equipo y un mayor riesgo para la seguridad de los pacientes. Sin seguridad de los trabajadores, no hay seguridad de los pacientes.

La receta que nos proponen es devolver el sentido (significado de importancia que concedo a lo que hago) y el disfrute (sentimiento de placer o satisfacción que comporta el hacer algo con sentido) por el trabajo, estableciendo como pre-requisito para ello la existencia de unas condiciones de seguridad (física y psicológica) y de bienestar en el entorno laboral. Si los profesionales sanitarios están a gusto y disfrutan con su trabajo, prestarán más atención y harán todo lo posible para no cometer errores. Para saber si en nuestro trabajo nos encontramos en ese estado de perfección divina, deberíamos responder afirmativamente a estas tres preguntas todos los días:
  1. ¿He sido tratado con dignidad y respeto por todos?.
  2. ¿Tengo lo que necesito (formación, entrenamiento, herramientas, estímulo, etc) como para poder hacer una contribución a la organización en la que trabajo que de sentido a mi vida?.
  3. ¿Soy reconocido por lo que hago?.
Recomiendan a las organizaciones adoptar siete estrategias para que todos podamos responder con una tripleta de síes a esas preguntas:
  1. Desarrollar y adoptar un núcleo de valores compartidos, basados en el respeto mutuo, el civismo, la transparencia, la confianza, la responsabilidad y la seguridad de trabajadores y pacientes.
  2. Adoptar de forma explícita el objetivo de eliminar el daño (físico y psicológico) a los trabajadores como una meta institucional.
  3. Comprometerse a lograr ser una organización de alta fiabilidad, basada en el aprendizaje, la mejora continua y una gestión basada en la evidencia y demostrarlo.
  4. Implantar un sistema de mejora y aprendizaje continuos.
  5. Implantar sistemas de información y de indicadores de funcionamiento tanto para poder mejorar, como por responsabilidad y transparencia.
  6. Reconocer el trabajo de los profesionales de forma regular y de manera visible.
  7. Apoyar investigaciones para estudiar aspectos relacionados con la seguridad de los trabajadores y de los pacientes.
Posteriormente, cada una de esas esas estrategias se descompone en un gran manojo de acciones más concretas  para llevarlas a cabo, que no cabe comentar aquí, pero que dan sentido y coherencia a todo lo que proponen, y que podría concretarse en el siguiente eslogan: "Alegría de trabajar para mejorar la seguridad".

Por mi parte a lo máximo que aspiro es a que el informe caiga en manos de algún responsable que no se fatigue demasiado al leer el sumario.

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