La prevención no funciona con los pacientes de alto coste.
Se calcula que más del 50% del gasto de la asistencia sanitaria de agudos se concentra en sólo el 10% de los pacientes. Así ocurre, al menos, en el programa Medicare de USA y parece que la situación es equiparable en el resto del mundo occidental. Se los suele etiquetar como pacientes de "alto-coste". El origen principal del mayor gasto asociado a la asistencia de estos enfermos sería consecuencia de la frecuentación de los servicios de urgencia y de los ingresos hospitalarios. Parece lógico, por ello, preguntarse en qué medida esos ingresos o atenciones en urgencias son evitables, para así focalizar de forma prioritaria sobre ese reducido grupo de enfermos cualquier programa de prevención encaminado a disminuir los costes asistenciales.