viernes, 8 de marzo de 2013

Robots que operan...más caro

Cirugía asistida por robots

La cirugía asistida por robots es un tipo de cirugía mínimamente invasiva en la que una máquina de brazos articulados gobernada de forma remota por el cirujano maneja los instrumentos que realizan la técnica en el paciente. Es una forma evolucionada de la cirugía laparoscópica tradicional y al igual que ésta tiene indudables ventajas con respecto a la cirugía abierta como las más pequeñas incisiones que requiere, el menor dolor postoperatorio que ocasiona, la recuperación funcional más rápida que propicia o la  estancia hospitalaria más corta que necesita.


Como ocurre con la mayoría de los avances tecnológicos, más aún en el campo médico, la fascinación que provoca cualquier innovación en médicos, pacientes y centros es tal que su uso se está extendiendo a gran velocidad especialmente en el campo de la cirugía digestiva, la urología y la ginecología. Se estima que en 2009 se realizaron en el mundo unos 200.000 procedimientos con esta técnica. Más incluso de los necesarios, si se tiene en cuenta el incremento de las tasas de prostatectomía registradas en USA entre los años 2005 y y 2008 (más del 60%) pese al paralelo descenso de la incidencia de cáncer de próstata en ese mismo período: los robots han desplazado tratamientos médicos por quirúrgicos, sin un aparente beneficio en los resultados o la calidad de vida del paciente en el largo plazo.

La cirugía robotizada tiene algunas ventajas con respecto a la técnica laparoscópica convencional como su más rápida curva de aprendizaje o una mayor ergonomía para los cirujanos, aunque sus resultados asistenciales no son mejores y sin embargo sus costes sí que son sustancialmente mayores. Así cuando menos lo señalaba en el caso de la cirugía ginecológica una revisión de la Cochrane y otra revisión de estudios obervacionales.

Se acaba de publicar un estudio en JAMA en el que se comparan los resultados clínicos y el coste entre la cirugía robotizada y la técnica laparoscópica tradicional en una cohorte de cerca de 265.000 mujeres sometidas a histerectomía por problemas ginecológicos benignos en 441 hospitales americanos. Las histerectomías asistidas por robots alcanzan ya al 9,5% de todos los procedimientos (al 22,4% sin nos ceñimos a los centros que cuentan con esta tecnología) y mientras que los resultados clínicos son prácticamente similares con las dos técnicas en cuanto a complicaciones médico-quirúrgicas, días de estancia hospitalaria o reintervenciones, los costes de la cirugía asistida por robot es mucho más cara (2.190 dólares por procedimiento, un 34% más).

Y esto nos lleva al debate de qué criterios deben tenerse en cuenta a la hora de incorporar nuevas tecnologías a la práctica clínica. No cabe duda de que gran parte de las ineficiencias del sistema asistencial se deben al sobreuso de tecnologías y a la incorporación de tecnologías nuevas de mayor coste para reemplazar a otras  alternativas ya existentes, igualmente efectivas pero menos costosas. ¿Cómo gestionar juiciosamente este conflicto?. ¿Cómo corregir las ineficiencias ocasionadas por la introducción de estas tecnologías sin perjudicar los necesarios avances tecnológicos y la innovación?. Este es uno de los nudos gordianos que actualmente tenemos que resolver. Se habla de estimular el desarrollo de la Investigación Comparativa de Efectividad, como una nueva rama de la Medicina Basada en la Evidencia que sintetice los beneficios y daños de dos o más intervenciones médicas, para ayudar en la toma de decisiones a financiadores, médicos, centros y pacientes. 

Y quizá sea este el camino, aunque en el caso de España, o concentramos esfuerzos y creamos un organismo potente, independiente y con recursos capaz de liderar proyectos de ese tipo, o seguiremos viviendo y decidiendo a expensas de lo que nos digan fuera.

1 comentario:

  1. Interesante reflexión, Ignacio. No sería el menor de los logros que revisáramos los estudios 'de fuera', con ánimo de aprender y obrar en consecuencia.
    Ahora sólo queda que el ICS pague la anualidad y que podamos acceder a los originales.
    Un saludo.

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